Yo había dicho... ¿Yo le había dicho a Elisabeth "te quiero"? ¡Sin duda me había vuelto loco! Independientemente de que fuese cierto o no... Decirselo a ella era... ... Huí. Sí, se podía decir que huí de allí. Pero la oía detrás de mi, llamándome y diciendo que me detuviese. No podía. Cuando llegué al coche y me disponía a abrir la puerta, noté como una mano halaba de mi brazo. Al girar, la vi. Elisabeth me había seguido hasta allí. Se apartó un mechón rizado de la cara para mirarme. -Johann... -¿Qué?-pregunté mientras miraba hacia otro lado, estaba levemente sonrojado. -Bueno.. lo que dijiste allí antes... ¿lo que dijsite es cierto?-preguntó buscando mi mirada. -Sí.-asentí, aún así continuaba evitando tener que mirarla a los ojos.
Ella me cojió de la barbilla y me hizo mirarla. -Johann yo.. yo... -¿Tú...?-susurré, coloqué mi mano sobre la suya. -Te quiero.-dijo apartando su mirada y dirigiéndola hacia el suelo.
Mis ojos quedaron clavados en ella, estaba incrédulo. Por un momento me mantuve en silencio y, cuando por fin creí que podía decirle algo, oí pasos. Al mirar... me quedé pálido. Ceres estaba allí, un par de metros alejada y mirándome. Sabía quien era Elisabeth, lo supe por su mirada. Sin embargo, de pronto se encogió hacia delante mientras se llevaba la mano a cabeza y gruñía. -¡Ceres...!-Intenté acercarme. -¡No te aproximes!-Me chilló, levemente fue levantando la mirada mientras su cabello se volvía blanco.- No te me acerques... traidor.
Elisabeth se giró hacia ceres y la miró, luego me miró un momento. -No me digas que estas casado... -Nada que ver.-Respondí. -Objetivo: Elisabeth Wrathe. Nivel de dificultad: Medio. ... Prioridad de segundo grado...-fue farfullando Ceres, extendió su brazo y un arma apareció en su mano. -Mierda.. creo que ya se quien es...-por un momento me miró como si pensara que le habia tendido uan trampa. -... es aquella persona de la que te avisé.-Respondí, intentando ignorar su mirada. Justo en ese momento halé de ella y eché a correr, evitando que un ataque de Ceres impactase en nosotros.- ¡Ceres, para! -Objetivo fijado. Johann Strauss, mutante. ... traidor.-comenzó a andar lentamente hacia nosotros mientras corríamos. -Espera, tengo una idea.-dijo abrazándome fuerte y parándose en medio de la calle. -¿Cual?-pregunté, dirigí mi mirada hacia Ceres. Se había transformado al 78%... si no teníamos cuidado, estaríamos perdidos.
Sin decir nada echó a volar, se elevó por encima d elos tejado a gran velocidad. -No te sueltes.
No dije nada, simplemente miré hacia atrás y vi como Ceres tambíen extendía sus alas, poco después estaba justo detrás de nosotros. Volaba muy rápido. Comenzó entonces a lanzarnos Elisabeth los esquivaba y aumentó la velocidad, algunos pasaban rozándonos pero cada vez cojiamos mas velocidad, para depsistarla Elisabeth se metióe ntre los rascacielos esquivándolos con habilidad. -Elisabeth, déjame atrás. Yo la entretendré.-Le susurré. -De eso nada.-dijo ella volando aun mas deprisa. -Pero Elisabeth... va por ti. Así podrás escapar. -Si te suelto, será para alejarte a ti del peligro. -No digas tonterías, Elisabeth yo...-Sin embargo, en ese momento en frente de nosotros apareció Ceres de golpe.
Elisabeth hizo uan maniobra imposible y consiguio esquivarla de milagro, sin embargo nos dirigiamos a toda velocidad hacia una ventana y chocamos contra ella. Entramos dentro de aquel lugar, parecía un piso vacío. Hice todo lo posible para recibir el impacto y cuando ya estuvimos dentro, Elisabeth quedó sobre mi. Cerré levemente los ojos por un momento, sin embargo, clavé mis ojos en la ventana. Ceres estaba allí. Caían lágrimas de sus ahora inexpresivos ojos. Ceres... Elisabeth la miró con arrogancia. -Vete Johann, dices que me quiere a mí, pues márchate. -Nada que ver.-espeté.- No voy a hacer eso.
Ceres entró y se dispuso a acercarse, sin embargo, me coloqué delante de Elisabeth. No pretendía hacer despertar a Ceres... en ese estado, nunca lo iba a hacer. -Johann no hagas estupideces.- espetó elisabeth. -... ella es una gran amiga mia...-susurré.- sé que nota que le he fallado. -Dejándote matar no arreglas nada, la culpa es mia.. no debí morderte.. -Que aguda.-Comentó Ceres, luego la miró fijamente y sonrió.- Sin duda eres muy lista.. -Cállate, no hablo contigo.-espetó elisabeth echándome a un lado y encarándose con ella.-¿Quieres matarme no? pues venga hazlo, pero deja a Johann en paz. -Muy divertido...-tomó a Elisabeth por el cuello, pero justo en ese momento mis cadenas fueron hacia ella.
Me miró de reojo y lanzó un ataque hacia mi. Sin embargo, lo esquivé y me lancé hacia ellas. Conseguí que soltase a Elisabeth y la hice hacia mi. -¡He dicho que dejes a Johan alñ margen maldita zorra!-dijo Elisabeth enfurecida. -Elisabeth, basta.-Miré fijamente a Ceres. -Olvídate de seguir por mucho tiempo con vida, ¡Johann Strauss!-Exclamó Ceres, justo cuando se lanzó en contra nuestra hice a Elisabeth saltar por la ventana pero no me dio tiempo.
Ceres me tomó por el cuello, con tanta fuerza que de un instante me quitó todo el oxígeno. Abrí los ojos con fuerza y mis cadenas la rodearon y comenzaron a apretarla, sin embargo parecía que le daba exactamente igual. No se como aparereció Elisabeth detras de ceres y le puso su puñal en el cuello. -Suéltale.-dijo muy friamente meintras apretaba el cuchillo conbtra su garganta.
Ceres la miró de reojo y me soltó lentamente. Pero eso no significaba que la había pillado... más bien, Ceres giró ligeramente la cara y cuando sus labios estaba muy cerca del cuello de Elisabeth, tiré de ella hacia mi con las cadenas. La esquivé, tomé a Elisabeth y eché a correr. -¡Vamos Elisabeth!-Exclamé, -¡No! ¡Suéltame! -dijo ella cabezota.-Casi te mata, nos e lo perdonaré. -¡Déjala!-Refunfuñé mientras corría y tiraba de ella.- ¡Es una vampira artificial! ¡Se alimenta de la sangre de vampiros y creeme, no es facil de vencer! Aún así... no quiero que le pase nada.
Elisabeth me miró un momento, luego clavó una mirada llena de odio en ella y antes de echar a correr le dijo: -La proxima vez que nos vemaos una de las dos morirá. -Que bien que seas tan realista...-farfulló Ceres, luego sonrió.
Corrimos, durante mucho rato. Conseguimos despistarla y yo me apoyé en la pared, para luego agachar la cabeza. Ceres era como... Ceres era alguien importante para mi. Pero ahora... me tenía entre sus presas y... no la culpaba. Ella no era así por gusto... Elisabeth me miró, no podria describir que veía en su mirada, furia, culpabilidad... Se acercó y apoyó su frente en mi hombro. -Lo siento Johann... -no te preocupes...-le susurré mientras la rodeaba con mis brazos.
Ella me abrazó muy fuerte, podía notar su respiracion agitada provocada pro lso nervios. -no pasa nada...-musité.- ya está...
Alzó la cabeza para mirarme, tenía la frente perlada de sudor y una pequeña mancha de sangre en la mejilla. -Deberias alejarte de mí.. ella... no quiero que te haga daño, no me lo perdonaria. -Ya me tiene entre su lista de presas.-Con mi mano, quité la mancha de sangre.- no te preocupes por eso. ¿de acuerdo? -Pides imposibles...-susurró. -intentalo.-Tras decir eso, la besé suavemente.- ¿De acuerdo?
Ella tambien me besó mientras me rodeaba con sus brazos. -Esta bien...-dijo luego.